martes, 13 de mayo de 2008

.

puede que el tiempo se precipite en nosotros
y nuestras manos, astilladas de luz
rasguen el velo que fuimos

somos arenas que se lleva nuestro propio mar

sin voz, sin nadie

nudos de pronto desatados

.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que alivio..


Cariños Cristián


(p+)

Santiago Paz dijo...

Un disparo a la eternidad, como dirian por ahí.


Un abrazo.


atte:
Paz

Creative Commons License
Esta obra está licenciada bajo una Licencia Creative Commons Atribución-No Comercial-Sin Obras Derivadas 3.0 Unported.